El lider

En este artículo exponemos criterios importantes sobre el liderazgo y el líder. Abordamos en un lenguaje claro y sencillo varios conceptos importantes sobre muchas interrogantes sobre el tema del liderazgo, ¿Qué es un líder?, ¿Qué es liderazgo?, ¿El líder nace o se hace?, ¿El líder siempre ejerce el liderazgo?, ¿Qué cualidades debe tener el líder?, etc. Si quieres conocer mucho más te invitamos a continuar leyendo.

Introducción.


Toda organización moderna de cualquier debe tener un líder con capacidades suficientes de liderazgo para poder ejercerlo de manera efectiva y con ello lograr implementar y ejecutar un exitoso plan estratégico de desarrollo que tenga como meta el cumplimiento de las metas trazadas, el crecimiento eficiente con unos recursos humanos bien administrados, retribuidos y leales a las políticas de crecimiento y reputación planteadas por sus empresas.

No se trata solamente de pagar altos salarios, eso lo pueden hacer las organizaciones que compiten con la nuestra, e incluso en ocasiones ellos pagan aún más que la nuestra y en ese caso estaríamos corriendo el riesgo de perder nuestro más valioso recurso que el capital humano con que contamos.

Un colectivo de trabajadores cultos, bien preparados, de elevados estándares profesionales y con altos valores éticos no puede comprarse en el mercado laboral tan fácilmente. En este mercado solo puede obtenerse la mano de obra inicial pero tomará muchos años y recursos cuantiosos para poderlos formar y comprometerlos para lograr obtener de ellos sentido de pertenencia hacia nuestra empresa.

Los líderes y su liderazgo, son un factor clave para lograrlo. Los líderes de las organizaciones y entidades reguladoras son los primeros que deben convencerse que un cambio de paradigma en el manejo de los recursos humanos es útil y necesario, y que para llegar a las metas deseadas es inevitable el trabajo con planes estratégicos de desarrollo a largo plazo.

¿Qué es un líder?.


La palabra “Líder” proviene del inglés “Leader”, bajo este término solemos denominar a ciertas personas que logran ejercer una mayor influencia sobre el resto de los miembros del grupo en que normalmente se desenvuelven e interactúan.

Estas personas suelen tener y desarrollar determinadas habilidades personales que les permiten convencer a los demás para que sus seguidores se comporten y trabajen por la consecución de determinados objetivos que han sido trazados con anterioridad.

El líder se convierte en la referencia dentro del grupo, es la persona que lleva la voz guía. Lo que distingue al líder del jefe, es su habilidad personal para conducir equipos de personas a través del influjo de su autoridad moral y la confianza que inspira a los demás.

Visto y analizado lo anterior nos debemos plantearnos entonces las siguientes preguntas: ¿Un Jefe es siempre sinónimo de un líder?, ¿Termina siempre un líder siendo un Jefe? La respuesta para ambas preguntas definitivamente es no. No siempre el jefe es un líder ni tampoco todos los líderes terminan siendo jefes.

Debemos tener presente que el jefe responde a una autoridad legal que alcanza y le ha sido conferida en función de su cargo o jerarquía legal dentro de una organización determinada, este cargo a su vez esta contenido dentro de una nomenclatura legal que le concede determinados derechos y atribuciones.

Es decir, el jefe tiene garantizado una autoridad de tipo legal, que le es concedida por la ley, pero no una autoridad de orden moral.

Lo ideal en toda organización es que ambos tipos de autoridad coincidan, es decir, que el jefe a su vez sea un líder, que el jefe tenga la autoridad legal pero más que eso que también tenga una inmensa autoridad moral.

De otra parte podemos ver que en oportunidades nos encontramos con un líder innato que no es jefe de nada y sin embargo podemos apreciar de manera muy evidente que se trata de un líder.

Este líder mediante su autoridad moral sobre el resto de los miembros del grupo, puede promover y lograr que los demás tomen acciones en correspondencia con sus intereses como líder.

¿Qué es liderazgo?.


Por liderazgo debemos entender al conjunto de normas, formas de comportamiento, actuaciones, toma de acciones y decisiones que ejecuta el líder durante el proceso de dirección. El líder vive en sociedad, no es un ente aislado.

El líder necesita seguidores. Un líder sin seguidores no es un líder de nada ni de nadie. El liderazgo en ningún modo es la forma en que un jefe imparte órdenes. El liderazgo es el conjunto de cualidades, innatas y aprendidas, de las que se vale un líder para ejercer proactiva y holísticamente su influencia sobre los demás.

Ejercer liderazgo efectivo no es impartir órdenes, sino convencer y motivar, para que los demás hagan las cosas de buena gana bajo el convencimiento de que así es como quiere nuestro líder que se hagan las cosas.

¿El líder nace o se hace?.


Sobre este aspecto se han publicado infinidad de artículos académicos. Diversos son los puntos de vista y múltiples los criterios, según el autor de que se trate. No pretendemos responder a priori sin antes haber recorrido, estudiado y presentado algunos aspectos que resultan temas de consulta imprescindibles antes de formular un punto de vista de nuestra parte.

El líder tiene aptitudes innatas para gestionar equipos de trabajo y siempre tiene visión de futuro. Cuenta con la capacidad de visualizar los cambios de escenarios de forma anticipada, suele ser muy observador y analítico, y puede incluso obrar proactivamente para que ese cambio suceda en la dirección de sus intereses.

El líder no solo lucha por su bienestar personal, sino porque los beneficios lleguen a todos en su equipo. El líder siempre será para el grupo el ideal de ejemplo a quien seguir. No todos pueden ser líderes, solo aquellos que tienen capacidades innatas y que además las cultivan y aprenden a desarrollarlas.

La siguiente ecuación es preciso que se cumpla para que surja y se desarrolle un líder:

Liderazgo = Inteligencia + Aprendizaje + Oportunidad

Es decir, el liderazgo depende de:

Inteligencia: Cualidades innatas, que son todas aquellas habilidades que nacen con la persona como puede ser su inteligencia natural, su buena salud mental, ser una persona ecuánime, no pierde los estribos, facilidad para expresarse, resultar simpático y agradable a los demás, etc.

Aprendizaje: Cualidades adquiridas a través de la experiencia de la persona como miembro social y que desarrolla mediante el proceso de aprendizaje con sus experiencias sociales. Se aprende como redactar informes, cómo escribir órdenes, cómo desarrollar coaching (entrenamiento) efectivo, se aprende a escuchar, etc.

Oportunidad: Tienen que existir además condiciones sociales concretas que por demás sean propicias, que brinden la oportunidad de desarrollar su liderazgo. Podemos tener un líder efectivo de muy altas competencias, pero si no se presenta la oportunidad de colocarlo dentro de una organización, o aún estando dentro de ella no lo promovemos por ejemplo a supervisor, a jefe de departamento o trabaja aisladamente, en ese caso esa persona no habrá tenido la oportunidad para convertirse en líder de un grupo de seguidores.

En la época del conocimiento e internet, es fundamental para todas las organizaciones poder contar con verdaderos líderes que sepan conducir la empresa por caminos acertados, movilizando a todo el colectivo en pos de la consecución de los mejores objetivos previamente fijados.

El líder, como cualquier otra persona, tiene aptitudes y actitudes. Se entiende por aptitudes (Con la letra P) el conjunto de facilidades naturales innatas que tiene la persona y que va desarrollando a lo largo de su vida social, por ejemplo, tener buen carácter, ser afable, simpático, empático, coloquial, con alto sentido de pertenencia, carecer de miedo escénico, cultivar la honestidad, etc.

De otra parte, cuando hablamos de actitudes (Con la letra C), nos referimos al desarrollo de habilidades adquiridas que puede alcanzar esa misma persona para aprender a desarrollar otro grupo de técnicas y herramientas de liderazgo y dirección que son enteramente aprendidas como pueden ser la organización de los puestos de trabajo, planificación de metas y presupuestos, negociación, solución de conflictos, servir de moderador, facilitador, etc.

El líder siempre motivará también el liderazgo de otros dentro de su grupo. Un alto ejecutivo que sea líder de toda una organización siempre verá que su acción puede llegar más fácilmente a todos si su actuación es bien acompañada por otros líderes que se encuentren en niveles jerárquicos inferiores, por ejemplo, a un director de producción le será muy útil poder contar con líderes seguidores en los diferentes departamentos, talleres, etc.

Según Blanchard: “…Un liderazgo de nivel superior es aquel que se preocupa tanto del desarrollo del personal como del rendimiento de la organización, y consigue que la satisfacción de la plantilla sea mayor y los resultados más duraderos”. El máximo líder de una organización siempre tendrá la obligación y el deber de formar nuevos líderes entre sus colaboradores, de manera que en su ausencia puedan ocupar su lugar y que la organización siga funcionando de manera estable.

Definitivamente podemos afirmar entonces que “El líder nace pero también se hace”.

¿El líder siempre ejerce el liderazgo?.


La respuesta a esta pregunta, en nuestra opinión, es NO, porque se puede ser jefe y sin embargo no ser líder. También se puede ser un líder innato, pero no existir la condiciones propicias para desarrollar el liderazgo. El liderazgo es un modo de actuación social consciente que puede y debe ser cultivado, desarrollado.

El liderazgo solo es posible cuando coinciden en el tiempo tres factores básicos: la persona con la inteligencia, el aprendizaje adquirido socialmente a través de experiencias vividas y la oportunidad propicia, para que la persona con las cualidades innatas logre desarrollarlas, perfeccionarlas y que proactivamente logre además convencer, motivar, estimular e influir en un grupo concreto de seguidores.

Cualidades de un Líder.


Las cualidades que debe tener un líder son múltiples. Saber mantener equilibrada sus obligaciones como líder en una organización y su vida personal, ser sumamente organizado, capacidad de movilizar al grupo, buena oratoria pública y capacidad de persuasión. Buscar el bienestar para todos los miembros de la organización: El líder debe luchar incansablemente para que los beneficios sean para la organización y también para todos sus miembros, entendiendo por bienestar que las personas se sientan felices por hacer lo que hacen, se incluye además la justa retribución por la calidad y cantidad de trabajo aportado, un ambiente laboral sano y agradable, logrando con ello la realización plena de los seres humanos que dirige.

Un líder debe tener la capacidad de saber priorizar, poder discernir lo importante de lo superfluo, alta capacidad de negociación, ser honesto consigo mismo y con los demás: Si no se es honesto consigo mismo difícilmente pueda serlo con lo demás.

Otra cualidad de un buen líder es ser formador de personas leales, la lealtad y consagración de sus subordinados es el mejor premio que puede lograr el líder. Generará a su alrededor confianza y optimismo.

La capacidad de ver mucho más allá del horizonte, estudiando el medio y los acontecimientos que van sucediendo, deberá imaginar el escenario futuro y las diferentes estrategias a seguir para cada caso y momento. Esta sin dudas, es una de las mejores capacidades de un líder pues será competente para poder prever y trazar estrategias que solventen las dificultades para lograr el objetivo propuesto. Su alta capacidad de mando y la habilidad para utilizar su autoridad cuando es necesario es otra de sus cualidades.

La formación de un líder depende de varios factores. Huerta y Rodríguez (2006) señalan: “El liderazgo de una persona se ve favorecido si ésta ha nacido con capacidades mentales y físicas razonablemente buenas, y si en su infancia tuvo experiencias que la acercaron al liderazgo”.

Muchos autores concuerdan con nosotros, en el sentido que lo vivido en los primeros años de vida tienen vasto influjo en el desarrollo de un líder. Las experiencias vinculadas con el éxito y el fracaso, el estímulo y la crítica, la experimentación, la disciplina, todo lo que dio sensación de confianza y necesidad de logros, o de lo contrario, la prevención de no realizar algo. No necesariamente tienen que ser experiencias positivas.

La educación es otro aspecto abordado por Huerta y Rodríguez. Ellos señalan que: “El líder necesita un tipo de educación adecuada, no necesariamente formación. La formación pretende desarrollar técnicas y habilidades. La educación no lleva a las técnicas, sino a la información y al conocimiento, los cuales, en las manos adecuadas, conducirían al entendimiento e incluso a la sabiduría” (2006).

Los futuros líderes deberán estar expuestos a todo tipo experiencias en cuanto a artes y ciencias se refiere, lograrían obtener un conjunto de conocimientos y de información que les serán útiles en su labor.

Es necesario experimentar el liderazgo al inicio de nuestra carrera, buscar las oportunidades para intentar convertirse en líder, para arriesgar y aprender de los triunfos y de los fracasos. Refieren Huerta y Rodríguez (2006) que este tipo de prácticas parecen fundamentales para desplegar una extensa gama de destrezas y aspectos del liderazgo, porque enseñan a las personas tanto los conflictos del liderazgo como su potencial para generar cambios.

Asimismo, estos autores refieren que los fracasos “son experiencias absolutamente necesarias para llegar a ser líder. Son la chispa que enciende las primeras lecciones del liderazgo y las funde en la conciencia”. Los inconvenientes, los compromisos difíciles, las situaciones fuera de control y nuestras propias faltas constituyen el currículum elemental de un líder.

Otro de los aspectos abordados es la formación objetiva. Esto puede ayudar a transformar su estilo de liderazgo, pero existen límites reales sobre lo que la formación puede hacer por alguien. No quiere decir que estas prácticas no ayuden a perfilar las destrezas comunicativas o interpersonales de un líder; sino que las personas no se convertirán en líderes sólo gracias a ellas.

Entonces de manera conclusiva, luego de analizar algunas de las cualidades y características que debe poseer un líder se puede afirmar, que el líder nace, pero también se hace. Un líder posee cualidades innatas que si no las cultiva y desarrolla con las técnicas apropiadas finalmente no llegará a ser un buen líder.

El líder ideal será el salido de una combinación perfecta de la cualidades naturales más las cualidades adquiridas. Las cualidades adquiridas, o sea las técnicas, las habilidades y las formas de comunicarse propias de un líder, es muy posible que alguien las logre dominar a través de una preparación para ello. Lo que si no puede adquirirse fácilmente son los sentimientos, las intuiciones, las emociones, sutilezas, los deseos, la empatía y la euforia que caracteriza a un líder. El líder también necesita un escenario para desarrollar su liderazgo. Es la oportunidad social del líder para demostrar que realmente lo es.

Conclusiones.


Estimado amigo(a), contar con un verdadero líder en nuestras organizaciones es fundamental para alcanzar el éxito de nuestras metas. Podemos tener jefes y sin embargo no tener líderes.

El líder es quien motiva y convence al grupo de seguidores para que proactivamente todos trabajen de manera positiva para lograr los mismos objetivos.

Los líderes nacen pero también se hacen.

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