Lider

¿Qué es el Modelo de Liderazgo Situacional?, ¿Dónde se aplica?, ¿Cómo se aplica el liderazgo situacional?, las respuestas a estas preguntas y aún más las encontrarás en este artículo.

Introducción.


El entorno en que se desempeñan las empresas al día de hoy es sumamente volátil y cambiante.

Lo que ayer resultó exitoso no tiene por qué funcionar hoy y menos aún mañana. Los líderes en la relación con su equipo de trabajo, están obligados a ser flexibles y aplicar en cada situación concreta el estilo de liderazgo que mejor funcione en la situación presente en cada momento, con ello se tendrá mayor influencia y comunicación con en el grupo, resultará más fácil la adaptación a las nuevas condiciones del entorno y a los cambios que haya que introducir.

No cabe duda entonces que el líder deberá adoptar un estilo flexible, por tanto podemos afirmar que dentro de los estilos de liderazgo empresarial el estilo de liderazgo situacional es un traje a la medida, que toma en cuenta las peculiaridades de cada empleado, el momento del entorno y la situación en que se encuentra la empresa.

Es ciencia probada de que la personalidad juega un papel importante en los estilos de liderazgo, pues existen aptitudes innatas que determinan la personalidad del líder.

Pero la personalidad es una suma de factores biológicos y sociales. La personalidad es también un proceso de aprendizaje social y puede ser modificada a través de la educación y las experiencias sociales adquiridas.

¿Qué es el modelo de liderazgo situacional?


Lussier y Achua nos explican que Fiedler, en su escrito Teoría del liderazgo por contingencia señala que el éxito de un líder sobre el grupo está en buena medida vinculado a su personalidad, su estilo de liderazgo y la situación concreta en que se desenvuelven. Según este autor, el líder puede enfocarse a las tareas o a las relaciones con las personas del grupo. Esta teoría nos explica que la capacidad de influir en los miembros del grupo será proporcional al grado de favorabilidad que esté presente en cada situación concreta. Este autor nos señala que los líderes no varían los estilos sino que modifican las situaciones.

Este modelo de teoría evalúa los siguientes elementos:

a) Las características del líder.

b) El grado de control de la situación.

c) La efectividad del líder para influenciar en los seguidores.

De otra parte, la teoría de Liderazgo Situacional o Contingente de Hersey y Blanchard plantea que el factor determinante entre los que influyen en la selección del estilo de un líder en una situación dada está dado por el grado de desarrollo que han alcanzado los subordinados en relación con la capacidad para desarrollar tareas con alto grado de motivación y destreza, por lo que el estilo de liderazgo puede y debe ser modificado acorde a la situación.

Robert Tannenbaum y Warren Scmidt elaboraron su propia teoría del Continuo Liderazgo donde la elección de un líder debe estar basada en las fuerzas del jefe, en los subordinados y en la situación presente en la empresa. Este modelo centra su estudio en las formas en que se toman las decisiones y el tipo de liderazgo según las variantes presentes en cada caso. Este modelo estudia varios estilos de liderazgo que van desde el modo autocrático donde el líder por sí solo lo decide todo y posteriormente solamente lo comunica y hace saber a los demás, hasta otro totalmente diferente, de forma participativa permitiendo a sus seguidores la toma de ciertas decisiones dentro un límite de unas reglas previamente bien establecidas.

Por su parte en los años 70, Robert House desarrolla su propio punto de vista sobre su teoría de liderazgo Trayectoria-Meta. Esta teoría supone que el líder utiliza el estilo apropiado para cada situación, sin considerar sus rasgos personales (personalidad) ni su comportamiento preferido. Este modelo teórico difiere lo sostenido por Fiedler casi dos décadas atrás.

El modelo de liderazgo situacional o contingente es un modelo enérgico, resolutivo, vigoroso, cambiante y adaptativo, en el que el líder adopta un estilo u otro, en función de la situación concreta que le rodea; actúa, toma decisiones, delega o restringe, supervisa y controla teniendo presente la situación concreta de su organización y el grado de desarrollo de habilidades y competencias que poseen los miembros de su equipo de trabajo.

Según la teoría de liderazgo situacional planteada por Blanchard y Hersey, se formulan 4 estilos de liderazgo básicos:

Directivo: El líder se centra en la ejecución de las tareas sin priorizar las relaciones interpersonales. Se asigna el trabajo de forma directa y otorgando prioridad a los objetivos ante cualquier cosa.

Persuasivo: Trata de armonizar la necesidad de cumplir con el trabajo con una visión de team building (hagámoslo entre todos). El líder manda, pero primero quiere persuadir, convencer; presta tanta atención a las tareas como a las relaciones interpersonales de los miembros del equipo. A largo plazo se mejora en claridad y calidad del trabajo.

Participativo: En este estilo se comparten las ideas de lo que se quiere alcanzar, se solicitan las ideas de cada uno de los miembros del equipo sobre el tema, se analizan y colegian para finalmente tomar las decisiones. Este estilo considera más importante las relaciones y el bienestar de las personas, que la propia realización de las tareas. Este enfoque bien gestionado, permitirá delegar algunas tareas en los miembros del equipo, lo que permitirá que ellos también tomen decisiones y asuman ciertas responsabilidades.

Delegativo: El líder está seguro de las altas competencias de los miembros de su equipo, otorga su confianza y delega en los empleados la mayoría de las responsabilidades. Este es uno de los estilos de dirección y liderazgo, que cuando se aplica en el momento oportuno para ello, estimulara en el mediano y largo plazo la mayor independencia y responsabilidad de todos los miembros del team de trabajo.

Algunas personas confunden el modelo de liderazgo situacional con el liderazgo transformacional y no es correcto que esto suceda. El estilo de liderazgo transformacional es aquel donde un líder altamente experimentado y efectivo promueve una transformación de todo su equipo, aumentando la motivación, autoestima, la moral y el rendimiento de sus seguidores haciendo que la empresa en su conjunto logre cambios favorables con mejores resultados para todos.

El modelo de liderazgo situacional, tiene su fundamento en que el líder es capaz de ajustar su comportamiento como líder acorde al momento que atraviesa la empresa y a las particularidades de cada uno de los miembros de su equipo de trabajo, es más flexible y versátil, reconoce las diferencias personales entre cada uno de sus seguidores

¿Dónde se aplica el liderazgo situacional?


El modelo de liderazgo situacional puede ser utilizado en cualquier empresa. Bajo este estilo el líder adecúa su estilo personal a la situación concreta en que se desenvuelve su organización y teniendo en cuenta el grado de destreza y el nivel de motivación de cada uno de los miembros de su equipo. El líder necesita definir los conocimientos y habilidades necesarios que han de tener sus seguidores, evaluar el nivel de competencia de cada uno de sus empleados, conocer el grado de motivación presente en cada uno de ellos y la confianza existente en el grupo así como su nivel de madurez.

El líder debe tomar en consideración que en relación a las metas y tareas, en su equipo pueden existir simultáneamente miembros que no saben y no quieren, otros que no saben pero quieren, los que saben pero no quieren y finalmente los que saben y quieren.

En los que saben y quieren ha de apoyarse el líder para desarrollar un coaching efectivo (entrenamiento) con los menos aventajados, tratando de elevar los estándares profesionales de estos últimos, como mínimo, hasta lograr que puedan alcanzar el nivel promedio que logra el equipo en su desempeño profesional.

¿Cómo se aplica el liderazgo situacional?


Para aplicar el modelo de liderazgo situacional, el líder debe efectuar un diagnóstico general de todos los miembros de su equipo. En este proceso se identifican 6 momentos diferentes:

1- Conocer las funciones y actividades que resultan imprescindibles desarrollar para poder efectuar el trabajo exitosamente y con elevado rendimiento.
2- Disponer los saberes y habilidades que son necesarios para la ejecución de cada tarea.
3- Evaluar el grado de competencia de cada integrante del equipo de trabajo.
4- Diagnosticar el estado de motivación y confianza de cada miembro.
5- Considerar el grado desarrollo, madurez y destreza que posee cada persona en correspondencia con la complejidad del trabajo que realiza.
6- Valorar y definir el estilo de liderazgo que aplicará con cada miembro, tomando en consideración con quien ha de ser directivo, persuasivo, participativo o delegativo.

Conclusiones


Estimado amigo(a), resulta obvio que el liderazgo situacional tiene grandes ventajas para cualquier empresa, permite lograr una mejor interacción personalizada entre líderes y seguidores, el líder se convierte en una persona flexible que toma en consideración las diferencias entre sus empleados, a cada uno de ellos dispensa el trato que necesita, se mejoran las relaciones interpersonales, se fomenta la unidad y la confianza del equipo.

Adicionalmente, el líder no se recarga de tareas al poder delegar con mayor facilidad apoyándose en los que saben y quieren, quienes harán a su vez que los que quieren pero no saben se sientan apoyados y estimulados. No cabe duda entonces que un liderazgo situacional bien gestionado es sumamente efectivo en logro de metas comunes que mejorarán las competencias de la empresa en su conjunto y la llevarán finalmente a una mejor posición frente a la competencia.

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